Cerca de los asentamientos humanos, en el pueblo de “Los longevos”, llamado así porque todos sus habitantes logran vivir más de los 120 años; una atractivo turístico para los que buscan con obsesión la fuente de la inmortalidad, se encuentra un bosque demasiado antiguo. Nadie sabe con exactitud la edad de ese bosque, no obstante, es un lugar muy amplio y profundo.  Abarca más del 70 por ciento de esa zona. El árbol de más abundancia, es el Oyamel, símbolo, junto a la flor de la longevidad, que los longevos han tomado para su bandera.

El bosque provee de alimentos y de más recursos que los longevos requieren: maderas, plantas medicinales, pieles, frutos, aceites y entre otras cosas. Sin embargo, el bosque está protegido por el gobierno de ese lugar, sólo pueden aprovecharse las maderas bajo ciertas medidas establecidas por las autoridades del lugar; la caza de igual forma, también está regulada. El bosque tiene un gran significado para cada uno de los habitantes de los longevos, pues ahí se halla la flor que les alarga la vida.

No obstante, cuando las veden u obsequian a los foráneos, la flor de inmediato fenece; no logra sobrevivir fuera de las tierras del bosque. Han estudiado cientos veces el por qué, y no han encontrado una respuesta concreta. Algunos habitantes afirman que el bosque no desea compartir ese dote a los extraños, ya que sus intenciones van más allá de vivir más tiempo y ser felices al lado de los suyos; para evitar su mal uso, el mismo bosque, mata a la flor cuando llega a manos de los foráneos.  El nombre de la flor es “carmesí”, ya que su tallo y pétalos, son de un color rojo muy especial, de hecho único.

Este tipo de rumores han ido creciendo al paso de los años, incluso, ya aparecen en los relatos, la transformación de personas en felinos. Hace un tiempo, un pequeño que jugaba cerca del bosque, se introdujo a éste para recuperar su pelota. No se encontraba tan alejada del pequeño, no obstante, un fuerte viento se llevó cuesta abajo a la pelota, por lo que el pequeño no dudó en seguirla.

El camino fue tornándose más confuso, al grado que el pequeño jamás volvió. Sus padres iniciaron su búsqueda luego de 24 horas de haber desaparecido, al cabo de las 48 horas, decidieron dar conocimiento a las autoridades; empero, sin ningún resultado. Se abrió un grupo especial para introducirse al bosque, pero ellos tampoco volvieron.

Estos hechos, cambiaron el cariño por el bosque, en horror. Los aldeanos temían pasar cerca de ahí, pues pensaban que serían devorados por el mismo bosque.

Esto también dificultó la obtención de la flor carmesí, muy pocos tenían la suerte de volver; algunos creían que los que retornaban sanos y salvos, practicaban brujería… Rumores que reforzaron la leyenda de que el bosque estaba encantado.

Sin embargo, los rumores más escalofriantes y llamativos son los que afirman que los humanos son transformados en felinos, y que incluso pueden retornar a su forma humana. El pequeño que desapareció, hace ya un buen tiempo, le han visto merodear a la entrada del bosque, y que ha emitido varios maullidos aún siendo humano. Que se ha desplazado a cuatro patas por el bosque, y que se ha transformado en felino. Esto, según algunos longevos, pues cuando regresan del trabajo o salen a recolectar lo que necesitan del bosque; un pelota aparece de pronto en su camino y al cabo de unos instantes, un pequeño gato de color blanco. El gatito comienza a jugar con la pelota, una escena que parece enternecer a cualquiera, pero, cuando el felino lanza la pelota en dirección a su espectador, y éste la devuelve, aparece de la nada un niño, con las mismas características de aquél que reportaron cómo desaparecido. Un tremendo susto que ha provocado la muerte a varios desdichados.

Empero, ese niño no es el único caso; se han avistado más seres transformándose en felinos y retornando a sus formas humanas. Por lo que, la población de estos seres ha ido incrementando. Los longevos les llaman “los felinos carmesí”, debido a que su presencia es más frecuente cuando alguien intenta hacerse con la flor carmesí.

Según las descripciones de los longevos, son seres amigables, adoran el bosque y defenderán a toda costa su territorio de cualquiera que busque hacerles el mal. La flor carmesí es su flor favorita, la usan solamente para preparar una pasta que cura sus heridas; no la beben porque les ha causado una grave enfermedad que les provoca vómitos, debilitamiento y perdida del conocimiento. De hecho, algunos longevos han encontrado a varios de estos seres sin vida. Cuando se hallan en este estado, su cuerpo adquiere un aspecto realmente horroroso: mitad humano y mitad felino; con los ojos cenizos y un pelaje seco, por si fuera poco, despiden un olor muy agradable, mezcla de la flor carmesí con la frescura del bosque. Al cabo de un día, su cuerpo es aprovechado por la tierra del lugar: las ramas los absorben como si se trata de agua.

Su aspecto, es muy similar al de los humanos, solo que sus pupilas son idénticas a la de los gatos, finas y penetrantes; pueden variar en colores: verde, azul, amarillo, gris, pero si uno de ellos tiene los ojos del color carmesí, significa que su alma está yéndose al mundo subterráneo, donde moran los felinos oscuros. Estos, ya son seres que han ofrecido la flor carmesí al señor del

Inframundo, un ente dotado de pura maldad; pues éste, les permite consumir la flor sin ningún daño, a cambio de ofrecerle su alma y la sangre de la flor carmesí; el elixir que reanima al cadáver del señor del Inframundo; es una especie de vampiro, sólo bebe la sangre de sus esclavos, o felinos carmesí, empero, la sangre más preciada es el elixir de la flor. Los felinos oscuros, también le ofrecen su sangre, como recompensa, el señor del inframundo, les inyecta su sangre en sus venas, para que sean inmunes a la flor carmesí y sean inmortales, y le lleven más felinos para saciar su sed…

Los felinos carmesí, poseen dos orejas como los gatos, por encima de su cráneo; las uñas se les alargan cuando se ven en peligro, son muy letales; su olfato es bastante agudo, pueden captar cualquier aroma a una distancia admirable. Trepar los árboles es uno de sus juegos favoritos. Tienen un espíritu lleno de energía, muy pocas veces se les ve fatigados. Adoran dormir durante el día, no obstante, siempre están alerta, ya sea de noche o de día, así que no es extraño encontrarse a un felino carmesí en plena luz del día.

Su estatura no llega más de 1.80 centímetros, no suelen ser altos; aunque últimamente, se han visto felinos carmesí de mayor tamaño. Sus pieles son muy suaves, más que las de un humano, y su pelaje, cuando se transforman en felinos, es todavía más suave.

Les fascina cazar cualquier insecto, o alguna ave, o un pobre ratoncillo. Temen a los humanos, ya que les han visto dar caza a otros animales del bosque, o cortar sus árboles; lo hechiceros creen que su carne da poderes, así que también se cuidan de ellos.

Pueden entablar una amistad con un humano, siempre y cuando mantenga en secreto su identidad, que no diga a otros humanos que ha conversado con un felino carmesí.

El felino carmesí más longevo del grupo, es el líder. Es quien decide lo mejor para su clan, así como expulsar o aceptar a los miembros. Quien suceda al líder de un clan, deberá ser elegido por el mismo líder, dos días antes de unirse con la tierra.

Suelen llamar a sus clanes con nombres de flores; el clan más numeroso y con más años de existencia, es el clan carmesí.

También están los clanes: girasol, del rosal, crisantemo, violeta y el clan del inframundo; este último, vive en las profundidades del mundo.

Hay respeto entre los clanes, empero, si un miembro de otro clan, lastima a otro de un clan ajeno, deberá recibir la condena del clan afectado.

Los felinos carmesí posee poderes como: desaparecer, correr a una velocidad impresionante, transformar la pasta de la flor carmesí en un bálsamo para todo, trepar sin dificultad alguna, reflejos muy agudos, encantar con la mirada y escupir una sustancia que duerme al instante a sus enemigos. No obstante, cuando de verdad se hace enojar a un felino carmesí, esa sustancia puede ser mortal, al  igual que sus uñas, las cuales aparecen cuando se ven en peligro o cuando van de cacería.

Pueden llegar a vivir hasta 500 años, sin embargo, puede haber excepciones, según la pureza del corazón de un felino carmesí, significará la longevidad que tendrá, se ha dado el caso de felinos carmesí de hasta mil años.

La amistad de un felino carmesí significa mucho, pues sí se valora, cuando el humano fallece, el felino carmesí le garantizará la paz eterna.  

Para transformarse en un felino carmesí, sólo es bajo la autorización del líder del clan carmesí. Éste, lee el alma de las criaturas que le parezcan más puras; así, decide quién es digno de ser un felino carmesí.

Aún es un misterio el origen de estas criaturas; algunos felinos carmesí, creen que su origen se debe a la corrupción del señor del Inframundo: siendo un niño que fue abandonado, transformó su miedo en odio; no obstante, el mismo bosque, para calmarlo, le preguntó qué era lo que podría tranquilizarlo, el niño respondió que sólo quería trepar a un árbol para ver su casa y poder regresar. Entonces el bosque, le dio la habilidad de un gato para poder moverse con facilidad entre las ramas de los frondosos árboles. No obstante, el niño se enamoró de esa habilidad, al grado de querer ser un gato; pero el bosque le advirtió de que jamás volvería a ver a los suyos si elige tal deseo, mas el infante, insistió tanto, que el árbol lo convirtió en un felino. Al cabo de un tiempo, el felino tuvo el deseo de ser nuevamente un humano, le costaba adaptarse a su nueva vida; el bosque estaba a punto de transformarlo de nuevo en un humano, cuando al infante se le ocurrió una nueva idea: “quiero ser gato y humano a la vez, quiero poder transformarme en ambos”. A tal petición, el bosque le subrayó que eso requería de un intercambio especial, le ofreció protección, pero, a cambio, debía siempre permanecer en el bosque y nunca revelarse ante los humanos, ya que estos lo entenderían. Así lo hizo. El bosque, transformó a otros humanos en felinos carmesí para que no se encontrara sólo aquel infante.
Sin embargo, éste, le pedía muchas cosas al bosque, que terminó hastiándolo; le aseveró que si no se detenía, todo iría a cambiar para él; pero no le importó. Así que el bosque le condenó al inframundo, incapaz de ver la luz del sol y con un aspecto repugnante…

Desde entonces, el bosque sólo le confía a las almas más puras para ser transformadas en felinos carmesí.
Algunos creen que el felino carmesí de espíritu valiente y realmente pulcro, será quien destruya al señor del Inframundo; quien pronto invadirá el bosque y el mundo de los humanos, pues se cuenta, que está casi listo para lograr su objetivo…

Salir del bosque es posible sólo si se anda en las orillas, pero una vez inmerso en su profundidad, es imposible y se corre el riesgo de transformarse en un felino, o de ser tragado por el señor del inframundo; el nuevo misterio que atrae a los curiosos que pretenden regresar con una respuesta…



Por KenshinCroft